Redes de tutoría de pacientes

Hace algunas semanas conocí la iniciativa de Educación 2020 para mejorar la metodología educacional en colegios, denominada "Redes de Tutoría" (más info acá). Básicamente consiste en "un enfoque educativo innovador que tiene como premisa esencial que un buen aprendizaje se da cuando coincide el interés de quien aprende con la capacidad de quien enseña. Este enfoque propone un cambio de paradigma en las relaciones al interior del aula, donde ya no se entiende al profesor como fuente de conocimiento, sino como un mediador, y donde todos los estudiantes pueden ser capaces de enseñar y aprender".






Investigue sobre el tema, su metodología y resultados. Me pareció demasiado interesante.
Recuerdo que Vicente, mi hijo de 7 años, un día - hace como 5 o 6 meses - llegó a casa diciendo que ahora era el "ayudante de tareas". Así lo había nombrado la profesora. Vicente me explicó que como el entendía bien las materias, en especial las matemáticas, y resolvía los problemas de forma correcta y rápida, le pidieron que ayudara a sus compañeros a resolver las tareas en clases y a explicarles cómo se hace. Vicente llegó increíblemente contento ese día. Incluso hoy, cuando le pregunto sobre el tema, recuerda muy bien ese día. Lamentablemente, al parecer, eso solo fue una estrategia de la profesora para que mi hijo se mantuviera ocupado durante la clase, ya que al terminar más rápido los ejercicios que el resto, se aburría y se ponía a conversar y molestar a sus compañeros. No se refiere a implementar esta red de tutoría, ni  por lejos, solo fue una forma de que mi hijo se quedará tranquilo. Pero más allá de eso, mi hijo fue feliz (y lo sigue siendo).

Entonces, me he estado preguntando... Y si se adaptara esta metodología de tutores para la educación en salud??

Hago memoria, de mis años de universidad, de mis internados, de mis pasantías, de mis primeros años laborales, de todos mis trabajos, de donde estoy ahora, de lo que se hizo esta semana con un grupo de personas que inician una terapia de anticoagulación oral. Cada educación a los pacientes siempre ha sido igual: en un box médico y, en solo algunos minutos, se le entrega la mayor cantidad de información al paciente y apenas se resuelven sus dudas (es difícil tener dudas de algo que no entiende) o se junta un grupo de personas y una enfermera, médico, nutricionista se pone al frente del grupo e inicia una exposición sobre lo que tienen y no tiene que hacer. Luego de 1 hora, se van a sus casas.

Reconozcamos algo, lo hemos hecho mal!!! muy mal!!! Las personas no nos entienden, les hablamos desde un mundo distinto, probablemente de cosas que no le interesan, en un idioma raro y lejano de su realidad. Les pedimos que coman sano, ojalá verduras y frutas, que dejen los carbohidratos y grasas cuando, muchos de ellos, solo pueden tener acceso a fideos y arroz para su familias con el dinero poco abultado que reciben. Les indicamos que tienen la arteria coronaria descendiente posterior ocluída con una placa ateromatosa y que es necesario instalar un stent para reperfundir el miocardio del ventrículo izquierdo y que eso les pasó por "comer muchas grasas". Todo eso en 15 minutos que dura el cupo médico. Con eso esperamos que la persona cambie sus conductas de toda una vida y que cuando regrese a su control sea una persona nueva y saludable. OMG

Qué pasaría se se empezara a usar una metodología similar a la planteada por Educación 2020, formando a pacientes como tutores de otros pacientes?. Diseñar grupos en donde hayan pacientes expertos y que se transformen en tutores de su grupos, que le hablen desde su misma perspectiva, que compartan experiencia reales, que sean sus guías. Así, los distintos profesionales de salud debieran dejar su rol catedrático a ser un facilitador de las dinámicas del grupo.

Es cierto que ya existen varias asociaciones de pacientes y diferentes ligas de ciertas enfermedades. Pero son generalmente esfuerzos privados, particulares o de ONG´s. De seguro que en estos grupos se verifican las mismas dinámicas señaladas por Educación 2020. Pero, a mi juicio, hay un par de problemas:

  1. Habitualmente estos grupos se focalizan en patologías raras, complejas o de alto costo, por cuanto la cobertura no es muy grande. Por ejemplo, en Volar Chile dicen tener casi 500 socios activos y en el Hospital Barros Luco tienen más de 2.100 pacientes bajo control de artritis reumatoídea. La Adich dice haber entregado casi 20.000 atenciones en el año 2014 a pacientes diabéticos. Solo la comuna de La Florida registra más 35.000 pacientes diabéticos y entregó 422.627 atenciones durante el 2015. Claramente, el alcance del sistema público es inmensamente superior.
  2. Así mismo, el acceso a los servicios que prestan estas ligas no siempre es fácil. Generalmente hay que pagar una membresía para obtener todos los beneficios, lo cual pudiera generar problemas de acceso y equidad.
  3. La influencia de los laboratorios farmacéuticos es altísimo en estas ligas o sociedades, generando una deformación del mercado y de la información entregada a los pacientes. No olvidar el viejo truco de descremar el mercado para ajuste de precio. Posiblemente hay muchos más intereses detrás de estas sociedades.
  4. Generalmente existe una desvinculación entre estas ligas de pacientes y los centros de salud en donde se atienden estos pacientes, ya sea por que el paciente opta por alguna o se generan conflictos asociados a indicación de tratamientos.
  5. Son segmentadas y separan a la persona en distintas enfermedades. Las hay para diabéticos, reumáticos, epilepticos, con acromegalia. Esto se parece - en cierto sentido - a lo que escribí sobre la deshumanización de la atención en salud. Y eso, no es bueno.


Mi propuesta pasa por que sean las organizaciones públicas de salud quienes coordinen a estos grupos, apoyen metodológicamente, faciliten espacios y dependencias, capaciten y formen a los tutores (pacientes y personal de salud) en un marco estratégico sanitario y del interés particular de los participantes. Aprender es en sociedad y se requiere de un entorno que acoja y comprenda a los pacientes. De esa forma, posiblemente el mensaje sea mejor asimilado por la gente y se genere una red virtuosa de colaboración entre los pacientes, los profesionales de salud y las organizaciones.
En la propuesta educativa se fomenta que los tutores enseñen lo que les gusta enseñar y que los aprendices estudien los que quieren aprender, siendo los profesores un facilitador de este sistema. En salud, se podrían homologar fácilmente estos roles.

Si la estrategia fomentada por Educación 2020 sirve para para colegios, por qué no para salud??

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