Un paciente, un proyecto (Parte 2)

Ya te conté en el artículo anterior la importancia de segmentar a tu población y de diseñar estrategias de seguimiento y continuidad de cuidados, en especial, de los casos más complejos.

¿Te ha pasado que tienes todo bajo control, pero se te olvidó hacer esa llamada en un determinado día y hora?
Bueno, es común que se nos "pasen" cosas. Somos, como seres humanos, malos reservorios de grandes volúmenes de información. Es más. Tendemos a ir olvidando cosas a lo largo de la vida, como lo dijo Hermann Ebbinghaus en su estudio sobre la memoria. Pero no les voy a hablar de ello en este momento. Sino más bien, de ayudarles a cómo retener información importante para que los pacientes a los que atendemos avancen en su proceso asistencial y no "se nos pasen" cosas relevantes de su gestión.



Desde hace varios años que he estado aplicando la metodología de gestión de proyectos en la atención de pacientes y en la mejora de distintos procesos asistenciales (gestión de citaciones, pacientes oncológicos, programación de tablas quirúrgicas, atención de pacientes complejos hospitalizados, entre otros). Y debo decir que con muy buenos resultados! En el blog puedes revisar detalles de algunos de esas iniciativas, si deseas.

A ver, pero paremos un momento acá. Si. Leíste bien. Considerar a un paciente como un proyecto y aplicar las metodologías inherentes de esta disciplina, pero enfocadas en obtener un resultado sanitario positivo. Parece extraño, pero la gestión de proyectos permite llevar a otro nivel la gestión de casos.

Antes de continuar, deseo mencionar algunos conceptos generales de la gestión de proyectos.

Entendemos como un "proyecto" a un esfuerzo temporal que se lleva a cabo para crear un producto, servicio o resultado único (PMBOK ® 5° edición). Es, además, un trabajo planificado, organizado y con recursos asignados, que podemos resumir en las 5 etapas del ciclo de vida de un proyecto (inicio, planificación, ejecución, control y cierre).
Teniendo en consideración las definiciones anteriores, podemos tomar dichos conceptos y aplicarlos a la atención de pacientes. Por ejemplo, una de las políticas de salud más importantes en Chile son las patologías incluidas en el régimen GES (garantías explícitas de salud), en donde se establecen por ley plazos y criterios de atención a diferentes grupos de patologías priorizadas. En la gestión de estos casos podemos aplicar perfectamente metodologías de gestión de proyectos.

¿...El secreto? Te dejo un ejemplo para que lo veas más claro. En este caso es con la gestión de garantías GES:

Considera el grupo de todos los pacientes GES como un Portafolio
Agrupar patologías GES relacionadas como parte de un Programa (por ejemplo, cáncer de mamas con cáncer cérvico-uterino)
Cada patología como un Subprograma
Y cada paciente como un Proyecto individual

Cada paciente incluido en una patología GES va a presentar una serie de plazos (garantías de oportunidad), criterios de atención (guías clínicas, criterios de inclusión, exclusión), entregables (prestaciones, IPD´s, SIC, OA), costos asociados (canastas GES, costeo) y otros criterios de calidad. Además, debemos definir el objetivo estratégico, alcances, equipo de trabajo involucrado y sus roles, cronograma de trabajo y gestión de riesgos.

Los resultados del uso de esta estrategia aplicada a casos GES los puedes revisar acá. Es interesante señalar que se usaron algunas herramientas de LEAN para optimizar los paquetes de trabajo de los distintos encargados y mejorar el sistema de monitoreo de cada paciente. Pero la metodología detrás de ellos es la de gestión de proyectos (si, pero con algunos toques de agilidad).

Por otro lado, he aplicado esta metodología en otro grupo de pacientes, los cuales se han denominado como "Casos A" o prioritarios que corresponden principalmente a casos oncológicos derivados para atención ambulatoria de especialidad. Conceptualmente es lo mismo que la gestión descrita para los casos GES, solo que los plazos han debido ser definidos de forma interna, así como los criterios de calidad y los distintos entregables requeridos para el éxito del proyecto. Adicionalmente, aplicamos un proyecto Seis Sigma a este proceso para mejorar los resultados y disminuir la variabilidad en el acceso, mejorando el tiempo de primera citación.

Es interesante apuntar que el ciclo de vida de un proyecto, es decir, un paciente, se ve acortado drásticamente al usar este modelo. Esto se debe al alto numero de pacientes que deben ser atendidos, que al estar segmentados por grupos relacionados y asignados a un equipo estable para su gestión, se aumentan las veces en que el equipo debe ejecutar tareas similares para gestionar cada paciente. Por ello, las etapas de inicio y planificación son casi inexistentes al corto tiempo, los sistemas de monitoreo pueden ser reutilizados, los entregables tienen poca variabilidad, los criterios de calidad y los roles de cada integrante ya han sido definidos al inicio.



PMBOK ® señala que "aunque pueden haber elementos repetitivos en algunos entregables y actividades del proyecto, esta repetición no altera las características fundamentales y únicas del trabajo del proyecto". Cada paciente es diferente y único, aún cuando se les aplica la misma metodología de gestión.
No solo eso, sino que la reiteración de la gestión de pacientes genera experiencia, favorece la mejora continua y la complementariedad con otros modelos de mejora de procesos, como los señalados anteriormente.

Esta metodología (la de considerar a cada paciente como un proyecto) se podría aplicar a una serie de grupos de pacientes como resolución de listas de espera, planificación de tablas quirúrgicas, programación de controles, seguimiento de biopsias, atención de pacientes crónicos, tiempos de estadía hospitalaria, entrega de informes, farmacia y un sin fin de otras actividades en donde podamos encontrar los elementos de un proyecto (que es casi cualquier cosa). Es decir, tenemos un meta-modelo en nuestras manos. "Un modelo de modelos". Algo así como un conocimiento metacognitivo que vamos desarrollando y que podemos usar en distintas instancias de gestión de pacientes. Genial, no?

Reitero que es absolutamente posible considerar a cada paciente como un proyecto (asociado a la entrega de un servicio o prestación) y armar la estructura de gestión de proyectos a su alrededor. Si es bien dirigido, los resultados no tardarán en llegar.

En el próximo artículo te explicaré en más detalles como llevar todo ésto a la práctica clínica.


Saludos!!

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